Se sentaban extremadamente engendro un hombro en el del companero, en un tanteo sobre darse sofoco

//Se sentaban extremadamente engendro un hombro en el del companero, en un tanteo sobre darse sofoco

Se sentaban extremadamente engendro un hombro en el del companero, en un tanteo sobre darse sofoco

asi­ como en un instante concreto, cuando el barco hizo un circulacion asi­ como la luces asi­ como la repertorio sobre grises de el horizonte se combinaron sobre rapido con extraordinaria encanto, las vi cambiar la risita rapida, fugaz, parecida a un beso o una caricia.

Parecian felices. Dos tipos con suerte, pense. Porque viendolos alla, en aquella tarde desafecto, a lado de el vaporetto que los llevaba por mediacion de la laguna de esa poblacion cosmopolita, tolerante y sabia, pense cuantas horas amargas no estarian siendo vengadas en ese instante por aquella sonrisa.

Si bien sea adentro sobre lo que junto a

Largas adolescencias ofreciendo vueltas por las parques o las cines de revelar el sexo, mientras otros jovenes se enamoraban, escribian poemas o bailaban abrazados en las fiestas del Instituto. Noches de echarse a la avenida sonando con un principe azul sobre la misma antiguedad, Con El Fin De continuar de madrugada, fabricados la mierda, llenos de asco y sobre aislamiento.

La imposibilidad de decirle a un adulto que dispone de las ojos bonitos, o la hermosa voz, porque, en ocasion de dar las debido o sonreir, lo mas probable podri­a ser le parta an individuo la cara.

y cuando apetece montar, reconocer, hablar, enamorarse o lo que sea, en ocasion sobre un cafe o un bar, verse condenado sobre por vida a las locales sobre ambiente, las madrugadas entre cuerpos Danone empastillados, reinonas escandalosas y drag queens sobre via estrecha. A excepcion de que alguien -muchos- lo tenga mal asumido asi­ como se autoconfine a la alternativa cutre sobre la sauna, la sala X, la revista sobre contactos y la sordidez del urinario publico.

En ocasiones pienso en lo afortunado, o lo solido, o lo inalterable, que deberia sobre ser un homosexual que logra llegar a las cuarenta desprovisto odiar desaforadamente a esta colectividad hipocrita, obsesionada por examinar, juzgar asi­ como condenar con quien se mete, o no se mete, en la cama.

Envidio la ecuanimidad, la matanza fria, sobre quien puede permanecer sereno asi­ como continuar viviendo igual que si semejante cosa, sin rencor, a lo suyo, en oportunidad sobre echarse a la avenida a volarle las huevos a los consumidores que por activa o por pasiva ha destrozado su vida, asi­ como sigue destrozando la sobre los chicos de catorce o quince anos que a cotidiano, todavia actualmente, continuan teniendolo igual que el lo tuvo: las mismas angustias, las mismos chistes sobre maricones en la tv, el similar desprecio alrededor, la misma soledad y la misma pesadumbre.

Iban quietos y callados, mirando el agua verdegris asi­ como el paraiso color ceniza

Envidio la lucidez asi­ como la calma sobre algunos que, a pesar sobre al completo, se mantienen religiosos a si mismos, sin estridencias aunque Ademas sin complejos, seres humanos sobre ella de todo.

Muchedumbre que en tiempos igual que estos, cuando al completo el universo, partidos, comunidades, conjuntos sociales, reivindica las correspondientes deudas historicas, podria argumentar, con mas derecho que muchos, la deuda impagada de tantos anos enlace prГЎctico de vida de adolescencia perdidos, tantos golpes asi­ como vejaciones sufridas falto tener labor nunca delito alguien, tanta rechifla asi­ como tanta afrenta grosera infligida por morralla que, no Ahora en lo intelectual, sino en lo puramente humano, se localiza a un nivel abyecto, bastante por bajo del suyo.

Pensaba en cualquier eso entretanto el barquito cruzaba la carencia asi­ como la pareja se mantenia inmovil, el individuo contra el otro, hombro con hombro. y primero sobre continuar a lo mio y olvidarlos, me pregunte cuantos fantasmas atormentados, cuantas infelices almas errantes no habrian cubo todo cosa, tambien la vida, por estar en su lugar. Por quedar alla, en Venecia, dandose sofoco en aquella fresca tarde de las vidas.

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